Me invitaste a pasear
una tarde de verano
deseando pasar buen día
cogiditos de la mano.
¡Te sentías tan feliz
recorriendo aquellos prados!
tú me enseñabas los árboles
y toda clase de pájaros.
Yo, te seguía en silencio
sin soltarme de tu mano
diciendo pa mis adentros
¡Dios mío como me canso!.
Nos sentamos en la orilla
de un riachuelo empedrado
te refrescaste la cara
y tus ojos me miraron
y me dijiste contento
¡refréscate que es muy sano!
Yo me levante aturdida
y con el gesto enfadado
le dije, ¡ahí te refrescas tú!
¿y si está contaminado?.
Me miraste sorprendido
y me cogiste del brazo
¿porqué te enfadas mujer?
el río baja muy claro.
Volvimos a caminar
cogiditos de la mano
ahora los dos en silencio
disfrutando de los campos.
De repente me miró
dejamos de caminar
y sonrojada le dije
¡ya no me mires más
y si me miras me avisas
cuando me vas a mirar!.
Sonriendo dijo, ¡calla!
y no seas tan rebelde
que lo he pasado muy bien
hoy me siento muy alegre.
Así se acabó el paseo
como se había empezado
en silencio ,muy juntitos
cogiditos de la mano.
DORI PEREZ.
